domingo, 19 de junio de 2016
VÍA VERDE SENDA DEL OSO (ASTURIAS)
En el Principado de Asturias, limitando al sur con la provincia de León se encuentra el Parque Natural de Las Ubiñas - La Mesa, en el que se encuentran inmersos los concejos de Lena, Quirós y Teverga, los cuales están incluidos dentro de la Reserva Regional de caza de Somiedo.
Este territorio asturiano presenta un estado de conservación excelente y una abundante diversidad biológica, en el que la fauna toma un protagonismo muy destacado con especies como el corzo, el venado, el rebeco, el zorro, el lobo, el desmán, la nutria, el urogallo cantábrico y destacando por encima de todos y tomando un notorio papel, el oso pardo.
El oso se conforma como uno de los principales emblemas y reclamos turísticos de esta comarca asturiana y da nombre a una de las más bellas Vías Verdes de las que tenemos la suerte de poder disfrutar en la península ibérica, “La Vía Verde de la Senda del Oso”.
Esta vía verde tiene forma de “Y”, estando situadas en sus extremos las pequeñas localidades de Entrago, Tuñón y Santa Marina.
Discurre por unos hermosos valles y desfiladeros pertenecientes a los concejos de Proaza, Quirós, Santo Adriano y Teverga, siguiendo un antiguo trazado de ferrocarril minero que daba salida al hierro y carbón de las explotaciones mineras de la zona. Tras haber sido recuperada por El Principado y por El Ministerio de Medio Ambiente, en la actualidad esta vía verde se encuentra en un magnífico estado, esperando a ser visitada por todo aquel que guste disfrutar de este maravilloso entorno, al que se puede calificar como un verdadero “paraíso natural”.
La vía verde además de su belleza destaca por estar perfectamente señalizada. Atraviesa más de una treintena de túneles, de los cuales, los de mayor longitud cuentan con iluminación.
El trazado dispone de un firme bien acondicionado y cuenta con la protección de vallas de madera que son una grata ayuda para guiarse en todo momento. Aparte de esto, también recibe en la mayor parte se su recorrido la protección contra el sol de la abundante vegetación y arboleda que acompaña el recorrido. Por último la vía verde dispone de varias áreas de descanso y de recreo estupendamente preparadas.
CRÓNICA:
Estamos a mediados de junio, la primavera está llegando a su final y el verano quiere hacerse paso con ascensos en los termómetros y con las vacaciones escolares a la vuelta de la esquina. Es la fecha elegida por la familia Sánchez Pérez para desconectar de la rutina cotidiana y del duro curso escolar y para disfrutar de los bellos paisajes asturianos pedaleando por la vía verde durante unos inolvidables y divertidos días. Comienza aquí nuestra pequeña aventura en familia !!!!
1ª Etapa: Entrago – Tuñón (18 km)
Domingo 19 de junio de 2016: Amanece y despertamos con el sonido del canto de un gallo. A los coros el sonido procedente de otros pajarillos que agradablemente nos van sacando de la cama.
Tras el desayuno y preparar toda la logística arrancamos a las 11:00 h.
Hemos preparado el itinerario del día con la idea de hacerlo lo más asequible posible para la peque de 9 años y para el papá que tendrá que arrastrar un remolque donde viajará el más pequeño de la expedición de 4 años. La vía verde, aunque sin grandes pendientes, escasea de terreno llano. La mayor parte del recorrido se hace ascendiendo ó descendiendo, según los puntos de salida ó llegada escogidos. Por ello, elegimos salir de Entrago y finalizar en Tuñón, acertando de lleno con la elección.
Abandonamos Entrago. A nuestra derecha Peña Sobia, una preciosa y colosal mole de piedra, nos ve emprender la marcha.
Nada más partir, comenzamos a sorprendernos de la belleza del lugar. Nos llama la atención la abundante vegetación que nos va arropando y la grandeza y gran altura de los desfiladeros que nos hacen sentir seres minúsculos. En algún tramo miro hacia arriba, contemplo con detalle la zona superior de estas formaciones rocosas, dándome la sensación de que voy a ser engullido por tan formidables y escarpadas creaciones geológicas.
Circulamos acompañados por el río Teverga, cuyas aguas nos regalan uno de los sonidos más relajantes que proporciona la naturaleza, oír la sinfonía del agua del río corriendo es un placer.
El paso por el gran número de túneles repartidos por todo el recorrido hace que los peques vayan entretenidos y gritando para escuchar el eco de sus voces cada vez que nos adentramos en la oscuridad de estas excavaciones.
La vía nos hace cruzar en varias ocasiones el Teverga a través de varios puentes bien conservados, en los que aprovechamos para hacer alguna foto que otra. Los paisajes parecen sacados de un cuento !!
También nos hace cruzar la carretera AS-228 en un par de ocasiones, siendo necesario extremar todas las precauciones para evitar cualquier desagradable susto con el tráfico.
Y casi sin dar pedales llegamos a Proaza, donde decidimos hacer un pequeño alto para tomar una cervecita y para que el benjamín de la familia estire un poco las piernas.
Tras el pequeño paréntesis, continuamos la marcha, regresando de nuevo al itinerario de la vía. Cercano a Proaza encontramos el cercado donde se encuentran los osos, que son unos de los principales protagonistas de esta vía verde.
Las instalaciones oseras fueron inauguradas en 1996 con el fin de albergar aquellos ejemplares de oso pardo cantábrico que por diversas circunstancias no han podido adaptarse a la vida salvaje. En la actualidad estas instalaciones son la dulce morada de Paca, Molinera y Tola y de su apuesto y fornido Don Juan, Furacu.
Después de observar durante unos instantes a estos increíbles mamíferos, continuamos nuestra ruta hasta llegar a la cercana área recreativa de Buyera, lugar donde decidimos parar para comer. Esta área está muy bien preparada. Cuenta con un gran prado con zona de merendero, piscina cuya apertura se realiza los meses de verano y también una cafetería.
Tras localizar una buena sombra y extender el mantel la familia al completo reponemos fuerzas. Los peques aprovechan para tener un rato de juegos y corretear un poco, mientras los mayores visitamos la cercana cafetería para dar cuenta de unos refrescantes helados y de unos estimulantes cafés. Tras reposar un poco la comida continuamos el camino.
Poco después atravesamos el pequeño pueblo de Villanueva. Nos llama la atención la singularidad de las casas y de los hórreos, típicas construcciones de la zona.
Encontramos también una bella estampa que forma el puente romano construido para cruzar el río Trubia, cuyas aguas dan cobijo a truchas y salmones y ya nos acompañarán hasta finalizar nuestra ruta en el área recreativa del cercano pueblo de Tuñón, donde una escultura de un oso nos da la bienvenida.
Llegado a este punto la vía verde ha concluido por hoy para los peques y su madre. Al papá le espera todavía el regreso a Entrago para recoger el coche y volver de nuevo a Tuñón en búsqueda de la familia. Durante este trayecto continuo disfrutando de los maravillosos paisajes que la vía regala en cada momento y en cada rincón. Y casi sin darme cuenta concluyo la vuelta. El día ciclista ha llegado a su fin y no ha defraudado. Todos los miembros de la familia hemos gozado enormemente de cada kilómetro de esta senda. Ahora toca descansar y recobrar fuerzas para nuestra 2ª jornada ciclista, no sin antes dejar pasar la oportunidad, para degustar una deliciosa y natural sidra, un auténtico símbolo de identidad en estas tierras.
2ª Etapa: Entrago – Santa Marina (23 km)
Lunes 20 de junio de 2016: Suena el despertador, los peques hoy están retozones y se resisten a levantarse. Tras conseguir ponerlos en marcha visitamos el cercano pueblo de San Martín donde cogemos fuerzas desayunando en una cafetería. Durante el desayuno insisto a la princesa de la familia para que coma todo lo que pueda y así coja fuerzas, pues la ruta que nos espera hoy no será tan fácil como la del día anterior y según los cálculos tendremos 10 km con terreno favorable y unos 13 km donde iremos ascendiendo progresivamente. Además, puede que nos encontremos con alguna sorpresa inesperada.
En los pueblos de la zona notamos que el oso está presente en la vida cotidiana, convirtiéndose esta mañana en un manjar que mi campeona devorará en un abrir y cerrar de ojos.
Regresamos a Entrago y después de preparar las bicis y todo lo necesario para pasar el día de ruta, puntuales a las 11:00 h. comenzamos con nuestro segundo día de La Senda del Oso.
Los primeros 10 kilómetros ya los conocemos puesto que vamos circulando por el mismo camino que el día anterior, aunque esto no quita para que continuemos maravillándonos de los bonitos paisajes que vamos encontrando. No dejamos pasar la oportunidad de ir tomando innumerables fotografías para llevárnoslas de recuerdo.
Nos llama la atención, sobre todo a los niños, la gran cantidad de caracoles que vamos encontrando por todas partes. Algunos de estos moluscos se convertirán en acompañantes de viaje del pequeño de la familia y serán compañeros de juegos al final del día.
Al llegar al km. 10 a la altura de Caranga de Abajo, cambiamos de rumbo y giramos bruscamente a la derecha para tomar dirección al embalse de Valdemurio. Se terminó el terreno favorable y comenzamos con una ligera ascensión en la que el pavimento se encuentra algo más erosionado y presenta algo de piedra suelta. Al poco dejamos a nuestra derecha el pequeño pueblo de Caranga de Arriba. Esperábamos encontrar algún camino para bajar a tomar una cervecita pero el caso es que no lo encontramos, así que continuamos nuestro camino.
El día soleado provoca que según nos vamos acercando al medio día notemos la subida de temperatura, sobretodo en los tramos donde la vegetación deja de protegernos de los rayos del sol. Este factor, sumado al terreno ascendente provoca que el cansancio comience hacer mella en la pequeña de la familia, a la que le damos una barrita energética de chocolate, sus preferidas, para intentar que recupere así, las energías perdidas. Tras una corta parada le animamos para continuar y llegar al cercano embalse de Valdemurio donde teníamos pensado parar a comer, pero la vía le tiene preparada una sorpresilla no deseada. Se trata de una última subida que nos lleva hasta la presa del embalse. Esta subida cuenta con bastante inclinación y unida al calor provocan que la joven ciclista tenga que echar pie a tierra y por unos momentos llegar a desesperarse, incluso a derramar alguna lagrimilla. Por suerte su madre estaba a su lado para darle los ánimos suficientes y conseguir salvar el pequeño contratiempo.
Coronada la sufrida ascensión, llegamos al embalse de Valdemurio. Sus aguas tranquilas y una zona con merenderos nos reciben, transmitiéndonos un verdadero ambiente de paz y sosiego.
Aprovechamos para comer placidamente y disfrutar de la belleza del entorno que nos rodea.
Recuperadas las fuerzas es hora de continuar. Tras cruzar una pasarela de madera que nos lleva al margen derecho, encontramos de nuevo otro tramo con un fuerte desnivel. No queda más remedio que bajarse de nuevo de las bicicletas y andar durante unos metros.
A partir de ahora y hasta el final la vía suaviza su perfil, aunque no dejamos de subir en altura poco a poco. Los paisajes que el Valdemurio nos enseña continúan siendo un regalo para la vista.
Cada vez estamos más cerca de la llegada a Santa Marina pero no por ello los paisajes dejan de sorprendernos con su belleza.
A la llegada a Santa Marina y tras buscar un bar donde tomar algo fresquito, es el momento de realizar la vuelta a Entrago para ir a buscar el coche. Durante este periodo, la familia espera en un área recreativa cercana, donde los peques aprovechan para hacer carreras con los caracoles con los que habían fraternizado durante la etapa y para dar de comer a una cabras de una parcela cercana.
De esta forma concluimos nuestro recorrido por tierras asturianas, las cuales no han dejado de obsequiarnos desde el principio, con inolvidables postales y maravillosos momentos.
Orgulloso de mi pequeña y entrañable grupeta, queda aquí otro humilde relato de las aventuras de esta familia, que en esta ocasión disfrutó como nunca de la práctica de este bonito deporte, que es el ciclismo.
¡ASTURIAS PARAISO NATURAL ¡
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario