jueves, 11 de abril de 2013

Camino a La Virgen de la Cabeza desde Parla (Siguiendo parte del recorrido cristiano de la Reconquista dirección a Las Navas de Tolosa)

Prólogo:

De niños todos tenemos sueños que en muchas ocasiones son difíciles de llevar a cabo. Llegó el momento de realizar uno de los míos.

Durante esos entretenidos viajes desde Madrid a Cardeña que mi padre me regalaba durante mi infancia, donde la tónica eran las numerosas paradas por mil motivos diferentes (coger uvas, aceitunas, comer el bocadillo, comprar pan, queso, aceite, vino y yo que sé cuantas cosas más), mientras contemplaba los paisajes que atravesábamos desde los asientos traseros de los coches que durante esos años formaron parte de la familia, el viejo R12 familiar y la incombustible C15, en mis pensamientos siempre estaba presente la idea de hacer ese mismo recorrido pero disfrutando de lo que más me gusta, que es dar pedaladas encima de una bicicleta.

Como la vida es como es y hoy estamos aquí y mañana Dios sabe donde, no voy a dejar pasar más tiempo para cumplir este sueño de mi niñez.
Una vez decidido a realizar este viaje por qué no disfrutar aún un poquito más y aprovechar la subida del club MTB Cardeña a La Virgen de la Cabeza para ampliar el recorrido, disfrutar de la compañía de los amigos y además visitar a La Morenita.
Para ello contaré con la apreciada compañía de José Ramírez, que tras proponerle formar parte en esta pequeña singladura y lanzarle el guante, lo recogió sin vacilación, aceptando tomar parte en ella.
Empieza así, un viaje que nos llevará durante 4 intensos días por las provincias de Madrid, Toledo, Ciudad Real, Jaén y Córdoba y que finalizará en Cardeña. ¡Naturalmente¡

P.D: Cada minuto de este viaje, cada kilómetro recorrido, cada pedalada, está dedicado con toda el alma, a la memoria de mi padre.



1ª etapa: Jueves 11 de abril (115 km: Parla – Los Yébenes)
                                  
                                Track: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=4348265


Crónica:
Son las 7.30 h. hora de partir. Durante los primeros kilómetros, mientras circulamos por el carril bici que nos lleva al hospital de Parla donde comenzaremos a circular por camino voy como un sonámbulo. Todavía no me creo que esto haya empezado de verdad. Tanto tiempo pensando en este momento y ya ha llegado. No puedo quitarme de la cara la sonrisa que expresa lo contento que me siento.
Empezamos el camino atravesando la comarca de La Sagra, pasando por pueblos por donde me muevo habitualmente en mis salidas ciclistas. Hasta Toledo circularemos por caminos, tomándonoslo con mucha tranquilidad y visitando cada plaza de cada pueblo por el que pasamos. Cedillo del Condado, Recas, Yunclillos y Bargas son algunos de ellos . Son muchos los kilómetros que nos quedan, no tenemos ninguna prisa, cada día está planificado para cubrirlo tranquilamente y también hay que reservar fuerzas para las dos últimas etapas ya que nos espera terreno montañoso.


Antes de llegar a Toledo sufrimos varias pérdidas de navegación que por suerte pudimos resolver sin hacer muchos kilómetros de más. Jose como siempre, demostró sus dotes para orientarse rápidamente.
En Toledo, tras cruzar toda la ciudad, pasamos por La Puerta de Bisagra para ir a buscar el Puente de Alcántara, por donde cruzamos a la otra orilla del Tajo y desde donde pudimos contemplar como se levanta el monumental Alcázar y las maravillosas vistas que desde allí hay de toda la ciudad y del río.



La siguiente parte del recorrido, el trayecto desde Toledo hasta Malagón, pueblo por el que pasaremos en nuestra segunda etapa, es el mismo que recorrió hace 800 años el ejercito cristiano cuando se dirigía a la histórica batalla de las Navas de Tolosa, donde comenzaría La Reconquista. ¡Que tiempos, ya ha llovido¡
A partir de ahora buscamos siempre caminos que vayan paralelos a la carretera nacional N 401 que utilizo normalmente en los viajes a Cardeña. Las visitas a los pueblos nos están entusiasmando. En el coche siempre los pasamos de largo y con las circunvalaciones actuales, ya ni siquiera eso.
Realmente, es así como se conocen bien las localidades por donde se pasa, como por ejemplo Cobisa y Ajofrín, donde se conserva una antigua cárcel visigoda convertida hoy en día en un museo privado.
El ritmo que llevamos es muy tranquilo, vamos realizando numerosas paradas. No queremos dejar pasar ni la más mínima oportunidad de hacer fotografías de todo el recorrido para poder recordarlo durante toda la vida y poder enseñárselas a la familia y amigos.



El mediodía ha llegado y es hora de parar a comer algo. Al pasar Cobisa paramos en mitad de un olivar para dar cuenta de una ensalada de pasta y unos filetes de pollo que traíamos de casa ¡Que hambre teníamos y que rica nos supo la comida¡
Continuamos visitando pueblos como Sonseca, conocido por sus mazapanes y como Orgaz. En este último se cree que nació Doña Jimena, la esposa del Cid Campeador. La verdad que es de los más bonitos de todo el recorrido. Su castillo bien conservado y calles adoquinadas le proporcionan un especial encanto mediaval. Los arcos de Belén y de San José son antiguos vestigios de la muralla que rodeaba la villa y La Plaza Mayor , la impresionante iglesia de Santo Tomás y el Hospital de San Lázaro, donde se acogía a los más necesitados, también son puntos interesantes que llaman nuestra atención.



Abandonamos Orgaz por el puente de los Cinco ojos, mandado construir por Carlos III para cruzar el arroyo Riansares cuando se encontraba crecido, de camino a las Guadalerzas donde iba a cazar.


Poco a poco nos vamos acercando al final de la primera etapa. Antes de concluirla nos queda la subida al puerto de Los Yébenes. Al coronarlo oteamos las vistas que hay de toda la comarca. Nos encontramos en el corazón de los montes de Toledo y allí se levantan los molinos de viento del Tío Zacarías. Puede que este fuera el lugar donde Don Quijote, en su delirio, la emprendiera a lanzazos creyendo que se enfrentaba a gigantes ¡quien sabe¡
Los molinos de viento llegaron a estas tierras de mano de Juana La Loca, que tras descubrirlos en Holanda, cambió la idea de utilizar el recurso del agua por el del viento, exportándolo así a Castilla y evitando el inconveniente de la escasez de agua de los meses de sequía.


                                   

Proseguimos el camino. Ya solo nos queda la bajada del puerto por el otro lado para llegar a Los Yébenes donde finalizaremos la primera etapa. Esta bajada la realizamos por la calzada empedrada que lleva a la cercana Ermita de San Blas.



Al llegar al pueblo nos espera la última sorpresa de la jornada que es el parque de la naturaleza de San Huberto, patrón de los cazadores. Este parque-museo está compuesto por numerosas figuras de especies cinegéticas, realizadas en metal, creo que bronce. Hay ciervos, jabalies, corzos, cabras montesas, osos, linces, etc, etc.
Y así concluye nuestro primer día, ya casi anocheciendo llegamos al hostal El Artillero, donde descansamos para prepararnos para la siguiente jornada.










2ª etapa: Viernes 12 de abril (125 km: Los Yébenes - Puertollano)



      Track (Los Yébenes - C.Real): http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=4348281



Crónica:
El despertador suena a las 7:00 h. Hemos descansado, no todo lo bien que esperábamos pero lo suficiente para enfrentarnos a la segunda etapa. El propio cansancio que traíamos el día anterior nos dificultó coger el sueño. Tras prepararlo todo y desayunar continuamos el viaje. Esta segunda etapa es bastante llana y en ella pasaremos de la provincia de Toledo a la de Ciudad Real recorriendo tramos de camino y tramos de carretera nacional.
A los pocos kilómetros encontramos un obstáculo ya que el camino de la cañada de las merinas que llevábamos estaba cortado por una cancela de la finca La Caleruela. Esta portada no debería estar allí ya que el camino es público pero el caso es que nos hizo buscar una ruta alternativa circulando unos kilómetros por la carretera nacional.
Poco después nos detuvimos a visitar el Castillo de Guadalerzas. Este castillo situado en el antiguo camino de Toledo a Córdoba (el corazón del Al-Andalus) fue construido como hospital para atender a los heridos ocasionados en las batallas de moros y cristianos.¡Vaya tiempos¡ Quiero imaginarme la vida en estas fortalezas en su época. Lo que daría por transportarme en el tiempo para colarme, aunque solo fuera por unos instantes y comprobar lo que ocurría en aquellos años y como lo vivían sus gentes.


                        

Para aproximarse al castillo hay que atravesar una cancela y un paso que cruza el río Bracea. Actualmente se encuentra dentro de los terrenos de la finca particular El Rinconcillo y muy cercana a ésta se encuentra un área recreativa que lleva el mismo nombre de la finca. Buen lugar para parar y comer algo vigilados por la figura del castillo.

Vamos pasando pueblos como Fuente el Fresno y Malagón. Cada pueblo nos sorprende con alguna típica estampa de su vida cotidiana. Una plaza, una fuente ó bancos ocupados por los ancianos del lugar nos hacen disfrutar de estas bellas estampas rurales.
Antes de llegar a Fuente el Fresno pasamos por las estribaciones de la sierra de La Calderina. En la finca de El Cortijillo  pudimos observar la belleza del ganado bravo suelto en su medio natural, el campo. Una vez llegados a esta localidad contemplamos la casa de las macetas, una peculiar casa que debido al gran número de macetas que adornan toda la fachada la hace ser muy llamativa. En el cerro Rubio, situado junto al pueblo, se levanta otro molino de viento que también llama nuestro atención.


 
Al salir de este pueblo sale a nuestro paso Juan Luis, que llegado desde Ciudad Real, nos acompañará ya hasta el santuario de La Virgen de la Cabeza.


En Malagón antiguamente también había un castillo que fue la primera fortaleza que los cristianos tomaron durante la reconquista. Desde aquí las tropas cristianas comandadas por el rey Alfonso VIII continuaron su camino de reconquista hacia Calatrava la vieja, desde allí continuaron hasta PiedraBuena y Caracuel, para finalmente llegar a Despeñaperros, donde guiados por un pastor consiguieron cruzar estos desfiladeros por el paso del Puerto del Rey, evitando ser emboscados por las tropas árabes de Al-Nasir y llegar así a un paraje cercano a Santa Elena, donde se libraría la histórica batalla de Las Navas de Tolosa. Aunque las tropas cristianas eran claramente inferiores en número el resultado fue de 90000 bajas en las filas árabes y se calcula que unas 20000 en las cristianas. Una auténtica masacre donde los cruzados cristianos aplastaron a los árabes en gloriosa batalla.
Pero bueno, después de esta pequeña pincelada de nuestra historia y de vuelta a la realidad, Malagón es el pueblo donde nos solemos aprovisionar de queso ya que la fábrica El Rocinante es parada obligatoria en todos los viajes a Cardeña con la familia.

Antes de llegar a Ciudad Real y próximos a Peralvillo, cruzamos por el Puente de Hierro el río Guadiana a la altura del Embalse del Vicario. Este puente pertenecía al antiguo recorrido de ferrocarril y llegó a sufrir durante la guerra civil un atentado con explosivos que por suerte no llegó a conseguir su propósito. Actualmente forma parte de una ruta de Don Quijote y es un buen lugar para detenerse y disfrutar del entorno.


Al salir del puente nuestro camino nos lleva por la zona donde estaba planificada la construcción de “El Reino de Don Quijote”, un gran macroproyecto inmobiliario de ocio que la crisis dio al traste y que ha dejado a medias parte de sus infraestructuras. Un gran hotel-casino iba a ser el centro del proyecto junto a un campo de golf, centros comerciales y balnearios.
En este punto Jose sufrió una avería en la rueda trasera que gracias a la ayuda de Juan Luis y su mujer Ana Belén, pudimos solucionar. Aparte de trasladar hasta Ciudad Real en coche a Jose  para poder llevar a reparar la bicicleta a un taller a primera hora de la tarde, Ana belén nos hizo en su casa unos exquisitos macarrones con atún que no olvidaremos nunca y que nos repusieron las fuerzas.


Tras solucionar este imprevisto, abandonamos Ciudad Real a las 18:30 h. tomando dirección a Poblete. A la izquierda dejamos la ermita de San Isidro, enclavada en la cumbre del volcán de Cabezo del Rey, situado dentro de la zona volcánica del Campo de Calatrava.

Continuamos dirección a Puertollano por la antigua carretera nacional N420, actualmente ya poco frecuentada por el tráfico rodado y que nos lleva a Caracuel.
En Caracuel también quedan los restos de su castillo. Cuenta la leyenda que en el castillo vivía una reina árabe que se llamaba Clara. El nombre de Caracuel lo tomó por la cara cruel que tenía esta reina. En esta villa vivió también años más tarde Garcilaso de La Vega. La casa Blasonada, donde vivió, todavía conserva en la fachada su escudo.


Cercana a esta localidad paramos junto a La Laguna de Caracuel, importante humedal que da cabida a numerosas especies de aves acuáticas y que ha sido declarada microreserva natural. En alguna ocasión mi padre se detuvo allí para que nos comiéramos el bocadillo, algo que recuerdo con nostalgia.

Proseguimos con la marcha, buscando ya Argamasilla de Calatrava que precede a Puertollano. A la entrada de la ciudad de las dos mentiras, porque ni es puerto ni es llano, el monumento al minero nos recibe al igual que a cualquier viajero que visite esta localidad marcada claramente por su historia minera. Llegados a este punto ya solo nos queda buscar el Hostal Los Arcos, donde haremos noche y descansaremos de esta maratoniana segunda etapa en la que hemos disfrutado enormemente de los paisajes manchegos.

3ª etapa: Sábado 13 de abril (93 km: Puertollano – Virgen de la Cabeza)



                              Track: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=4348469



Crónica:
El despertador suena a las 7:30 h. Hoy nos uniremos a la subida a La Virgen de la Cabeza de este año organizada por el club. A mitad del recorrido esperamos reencontrarnos con todos los compañeros que saldrán desde Cardeña para llegar a la Virgen todos juntos.
Nos espera una exigente etapa de carretera poco transitada, con tres puertos y unos preciosos y verdes paisajes. El día lo comenzamos tomando la carretera CR-502 dirección a Mestanza. Al poco subimos el puerto que lleva el mismo nombre que esta localidad serrana y a continuación tras pasar por el pueblo comenzamos una espectacular y tendida bajada que nos lleva a la presa del embalse del Montoro, que debido a las fuertes lluvias durante todo el invierno y lo que llevamos de primavera está rebosando creando una cascada de agua impresionante.



Tras hacer un pequeño descanso la carretera continua y llegamos a las proximidades de Solana del Pino. Tras desviarnos a este pueblo para comernos el bocadillo continuamos, teniendo que ascender el Puerto de los Rehoyos.



Poco a poco nos acercamos al punto de encuentro con el resto de compañeros que han salido desde Cardeña y que saldrán a nuestro encuentro por el camino de Valdelagrana. Antes de esto teníamos que salvar la subida de Puerto Madrona. Este duro y largo puerto nos retrasó más de lo que teníamos pensado por lo que tuvimos que decirles al resto de compañeros del club que continuaran hacia La Virgen y nos esperasen allí.


Durante la última parte de la etapa aceleramos el ritmo con el fin de que el grupo principal no esperase mucho tiempo nuestra llegada.


Al llegar a la Plaza de La Virgen se produce  por fin el reencuentro. El grupo tuvo el géntil detallazo de esperarnos tomando una cerveza en la terraza del bar y al vernos nos recibió con una emocionante ovación que me puso la piel de gallina. Tras darnos la bienvenida y unirnos a los compañeros del club proseguimos la subida hacia el Cerro del Cabezo.




 

Como en años anteriores la alegría y emoción que me transmite la llegada al Cerro, me llena de una mezcla de sentimientos difíciles de describir y sobre todo este año en el que la experiencia ha sido aun más intensa y ha estado cargada de multitud de recuerdos.
Una vez arriba y saludar a la Morenita es hora de bajar a comer, como ya es costumbre al restaurante del Hotel Sierra de Andújar. Ya sentados en la mesa llega el tan esperado momento de saborear la primera cerveza charlando con los compañeros. ¡Este momento no lo cambio por nada en el mundo¡
Durante la comida nos acordamos de todos los compañeros que por unas causas ó por otras no pudieron acompañarnos en esta edición. Esperamos que el año que viene nos podamos volver a reunir el máximo número de componentes del club.

Después de la comida, bajamos a la casa de la Cofradía de Cardeña que como siempre gentilmente nos ofrecen para nuestro descanso. La tarde va pasando, preparamos las monturas para el día siguiente y llegada la noche subimos a cenar. El cuerpo ya empieza a notar el cansancio de los kilómetros de los tres últimos días y lo mejor es ir a descansar y no trasnochar mucho.

4ª etapa: Domingo 14 de abril (70 km: Virgen de la Cabeza - Cardeña)



                              Track: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=4348541




Crónica:
Como en años anteriores los tapones para los oídos me han garantizado el aislamiento de los sonidos nocturnos que hay en la casa y que nunca dejan de sorprenderte. Son una  buena ayuda para tener el descanso necesario. Algo que se agradece mucho al día siguiente.

Empezamos la última etapa a la que tengo mucho respeto. El camino de vuelta a Cardeña con la subida de Los Rasos te machaca como no estés a su altura, algo que me ocurrió el año anterior y que me dejó tocado durante una buena temporada. Este año con los kilómetros acumulados que llevo en las piernas durante este camino no tendré más remedio que tomármelo a la fuerza con mucha tranquilidad.
Como todos los años los parajes por donde abandonamos La Virgen de camino a Marmolejo, en esta época del año rebosan colorido.

 
Reagrupados vamos cubriendo este tramo hasta que después de la vertiginosa y larga bajada de La Centenera llegamos al puente que cruza el río Guadalquivir a su paso por Marmolejo y cercano a su balneario.


Desde aquí y hasta llegar al vecino pueblo de La Venta del Charco la marcha se hace más dura debido a la subida de Españares. Juanjo y la joven promesa del club, Álvaro demostraron su buena forma y apenas les vimos el pelo.

Como siempre, a llegar a La Venta hacemos la parada de rigor para recuperar líquidos y comentar la subida en el Bar El Niño y a continuación cubrimos los últimos kilómetros hasta llegar al cartel de Cardeña con el que nos recibe nuestro bello pueblo y donde siempre nos hacemos la tradicional fotografía de familia.



Llegados a La Plaza es hora de tomar algo, intercambiar las últimas impresiones de esta subida y empezar a pensar ya en la próxima aventura.

Personalmente, este peculiar camino a La Virgen cargado de historia y de un sinfín de recuerdos que me han venido de nuevo a la memoria, ha sido muy especial y entrañable. Me ha regalado muchas sorpresas que estaban ahí, solo había que dejar aun lado las prisas con las que cotidianamente vivimos en las grandes ciudades y buscarlas.

Agradeciendo enormemente la compañía durante estos maravillosos días de José Ramírez, porque sin él este camino no hubiera sido posible y como siempre al resto de los compañeros del club que han participado en esta subida, aquí os dejo otra nueva crónica. Espero que aunque más extensa de lo habitual no os haya defraudado.

¡Viva La Virgen de la Cabeza¡



1 comentario:

  1. Muy buena excursión, me alegro de que lo hayáis conseguido. Fantásticas crónicas y fotos, me encanta vuestra pasión por la fotografía. Enhorabuena

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